Ayer se presentaron los resultados ICILS 2023. El estudio explora los niveles de alfabetización informática y pensamiento computacional entre alumnado de segundo de ESO a nivel mundial. A través de un análisis exhaustivo de los resultados y contexto educativo, el informe destaca la creciente adopción de tecnologías en el aula, pero señala también una falta de progreso en la mejora de competencias digitales críticas, así como el impacto persistente de la brecha digital. A continuación, se presentan los hallazgos clave de ICILS y su implicación para la educación digital en el contexto actual.
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Uso de TIC en aumento, pero sin mejora en el logro. A lo largo de tres ciclos del ICILS, el uso de tecnologías de la información y comunicación (TIC) entre alumnado de segundo de ESO ha crecido, tanto dentro como fuera del ámbito escolar. Sin embargo, este aumento no ha generado una mejora en las habilidades de alfabetización informática (CIL, Computer and Information Literacy). En países de alto rendimiento, entre un cuarto y un tercio del alumnado no alcanza el nivel básico de CIL, mientras que los países de menor rendimiento presentan aún mayores dificultades. Estos resultados ponen en duda la efectividad de la simple exposición a la tecnología para desarrollar competencias digitales avanzadas.
El aprendizaje en línea y el estancamiento de las habilidades digitales. La pandemia impulsó el aprendizaje en línea en la mayoría de los países. A pesar de las expectativas de que este cambio mejoraría la alfabetización digital, los resultados de ICILS 2023 muestran que no hubo un progreso significativo en CIL y pensamiento computacional (CT, Computational Thinking) desde 2018. Aunque el profesorado ha demostrado mayor disposición y eficacia en el uso de TIC, las competencias digitales del alumnado no han mejorado, subrayando la necesidad de una enseñanza explícita y práctica, en lugar de una exposición pasiva a las herramientas.
Persistencia de herramientas de productividad en las aulas. ICILS 2023 revela que las aulas siguen centradas en el uso de software de productividad, como procesadores de texto y presentaciones, en lugar de herramientas innovadoras como simulaciones o mapeo conceptual. Aunque estas herramientas básicas son útiles, la falta de adopción de herramientas de aprendizaje avanzadas limita el potencial transformador de las TIC. Capacitar al profesorado en el uso pedagógico de herramientas digitales más variadas podría ampliar el alcance educativo de la tecnología en el aula.
Persistencia de la brecha digital. El estudio subraya que el rendimiento del alumnado está influenciado por factores socioeconómicos, de acceso a TIC y de contexto cultural. El alumnado con acceso a múltiples dispositivos y a una conexión estable en casa muestra un rendimiento superior en CIL y CT. Estos resultados sugieren que la brecha digital sigue siendo un problema significativo y que las políticas educativas aún deben avanzar para mitigar las desigualdades en el acceso a recursos tecnológicos.
La representación de competencias digitales en el currículo y su evaluación. Aunque las competencias en CIL y CT están representadas en los currículos educativos, su enseñanza es obligatoria principalmente en secundaria, no en primaria. Además, hay poca exigencia para la evaluación formal de estas competencias, lo cual puede indicar una baja prioridad en comparación con otras áreas. Este enfoque podría estar contribuyendo a la falta de progreso en los logros de los estudiantes.
Aprendizaje sobre el uso de internet fuera de la escuela. Según ICILS 2023, una gran proporción de estudiantes informa aprender habilidades sobre el uso de internet y evaluación de la información digital fuera del ámbito escolar, con una correlación positiva entre este aprendizaje externo y el rendimiento en CIL. Este hallazgo indica la necesidad de integrar y aprovechar la experiencia tecnológica adquirida fuera de la escuela para mejorar el aprendizaje formal en CIL y CT, destacando el potencial de un enfoque educativo complementario.
Los datos presentados evidencian la necesidad de un desarrollo más equitativo y efectivo de las competencias digitales, y subrayan la importancia de avanzar en las políticas educativas, garantizar un acceso equitativo a los recursos, y mejorar la preparación de los docentes en metodologías innovadoras que respondan a las demandas de un mundo digital cada vez más complejo.